Semana santa "cristiana" en Filipinas |
Uno de los mayores problemas a los que se enfrenta la humanidad es el incremento de la superstición y el fanatismo producto de una mezcla de falta de cultura y exceso de religión.
La
superstición hace que percibamos una realidad inexistente a veces
terrorífica pero siempre amenazante, el fanatismo nos impulsa a
realizar actos lamentables, violentos, crueles y justificará
nuestra conducta cuando sea difícilmente calificada de humana.
La
falta de cultura, o de conocimientos de la realidad, nos incapacita
para el razonamiento correcto, certero, sereno y lúcido. Hace que la
mente se parezca a un receptáculo vacío o casi vacío ávido de ser
llenado de alguna forma. La religión o las ideas religiosas forman
una mezcla de fantasías, fantasmagorías, ensueños y creaciones
irracionales que por sus características de flexibilidad,
plasticidad, adaptabilidad y suavidad se adaptan con facilidad a
cualquier forma mental sin presión, ni violencia. Una vez que ha
adquirido la forma del recipiente, se endurece e impide o dificulta que la
percepción de cualquier realidad objetiva penetre, la mente queda
entonces blindada, manejable, dominable desde el exterior por un
agente ajeno que se suele denominar "pastor", sacerdote, guru, etc.. El pastor se dice que ha
conseguido un rebaño cuando un grupo mas o menos numeroso participa
de sus ideas religiosas comunes. La persona que ha sido penetrada de
esas ideas religiosas, con independencia de sus características
particulares, queda sujeta a un camino que inevitablemente llevara, mas tarde o mas temprano, a la
superstición y al fanatismo, esa es una realidad fácilmente
constatable.
Cuando
una generación o una parte mayoritaria de la misma ha sido sometida
a un proceso de desinformación, o a la eliminación de una educación
humanista, la religión tomará inmediatamente su lugar y la sociedad
se incapacitará para tomar decisiones correctas o adecuadas, allí
los pastores se constituyen en líderes, y perpetuarán esa
situación. Así se generan sociedades supersticiosas e ignorantes
donde se sustituye la realidad por la ficción, donde los pastores
oprimirán la libertad de los individuos y la parálisis cristalizará
toda la sociedad, imposibilitando su desarrollo.
En esas sociedades
la democracia no tendrá un gran efecto para su desarrollo pués los
individuos “libremente” preferirán la tiranía que se ejerza
sobre ellos por los pastores, pués sentirán protección y consuelo
a sus miedos y carencias. Recharzarán su propia libertad, pués eso
les obliga a tomar decisiones para lo que no están preparados ni su
espíritu ni su voluntad. En esta situación tienen éxito las
banderas que se han denominado “fascistas”, “totalitarias”,
etc. pero no hay que dejarse engañar por las etiquetas, el
denominador común de todas ellas es el fondo religioso, de culto al
líder, sea terrenal o celestial.
Terrorista de inspiracion "religiosa |
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